REPETICIÓN A PETICIÓN DEL PÚBLICO DE MI TURNO AL BATE AÑO 2 N° 53. ARTICULO SIEMPRE VIGENTE Y A TOMAR EN CUENTA
LA ÉTICA DE LOS MANAGERS EN EL BEISBOL
En esta
entrega nos vamos a referir a los managers en el béisbol menor.
Los
estrategas en la pelota menor nunca deben olvidar que trabajan con niños y que
estos menores están en periodo de formación. Es recomendable que este artículo
sea leído por los niños peloteros, adultos y managers y les voy a explicar
porque:
Estamos
formando niños para complementar su formación académica con el deporte, como
dijo el profesor José Escobar en una oportunidad “EL DEPORTE SIEMPRE DEBE IR
ACOMPAÑADO CON LA EDUCACIÓN”.
Como
muchas cosas hay un pero y esas son las cosas negativas del beisbol, todos
deben conocerlas para que nuestros muchachos no pasen por tontos pero ¡ojo! que
no las pongan en práctica.
Cuando
uno de nuestros peloteros es agredido por un pelotero rival ¿qué hacer? nuestro
pelotero ¿debe poner la otra mejilla? que difícil respuesta. Son niños y
adolescentes; Pero son hombrecitos participando en un deporte de hombres.
Existe el orgullo, existe él no me puedo dejar humillar. ¿Qué hacemos? ¿Nos
ponemos a llorar? ¿Sale el manager para enfrentar al menor rival?,
¿Persuadirlo? ¿Golpearlo?
Nuestro
manager no puede tomar esa actitud en contra de un menor siendo rival. Entonces
¿qué hacer? Si nuestro peloterito es golpeado no con la pelota, si no con las
manos o con un guantazo del pelotero rival. Por lógica nuestro pelotero riposta
o se defiende de la misma manera. Entonces quiere decir que hay tangana.
Tradicionalmente
esto ha ocurrido toda la vida en el béisbol. ¿Como ocurre en el béisbol de
adultos? En el béisbol de adultos ocurre lo siguiente: cuando un pelotero es
agredido y ambos se van a las manos, el manager del agredido salta al terreno y
encara al umpire jefe para hacer el reclamo. Los peloteros del agredido saltan
al terreno, todos sin excepción, en solidaridad con su compañero, los jugadores
del equipo contrario también saltan al terreno y se forma la tangana entre
ambos conjuntos. Los umpires auxiliares y los técnicos saltan al terreno a
separar los peloteros y alejar del tumulto a los más agresivos. Una vez
calmados, el umpire principal efectúa las expulsiones que considere necesarias.
En las grandes ligas el comisionado de béisbol una vez leído el reporte efectúa
las sanciones o multas respectivas.
Estos
casos ocurren generalmente cuando se detecta mala intención en un bolazo a un
bateador. No olvidemos a nuestro gran grandeliga Andrés Galarraga que corrió
hacia el lanzador y se liaron a golpes recordando que Andrés es un hombre
ejemplo de caballerosidad.
Todos
los peloteros vacían el dogout pues sería un acto de cobardía quedarse en la
banca y no defender a sus compañeros, posterior a esta situación serian
rechazados por sus compañeros. Yo no justifico esta actitud y menos en el béisbol menor.
Entonces
¿qué hacer ante una situación similar en el béisbol menor? Les voy a contar una
anécdota que yo viví en los años ochenta. …: fui manager de un equipo junior y
recién llegamos del nacional efectuado en Carabobo.
Fiche
mi equipo en la liga juvenil integrada, la más grande del país. Competíamos 18
equipos para clasificar 6. Mi equipo juvenil era de primera edad, es decir
próximos a los 16 años de edad. La mayoría de los equipos eran de segunda edad
próximos a los 18 años. El campeonato era muy cuesta arriba. Durante las
vacaciones trabajamos duro y contratamos un entrenador manager con experiencia
en las ligas menores del norte y un coah de pitcheo lanzador profesional. Deje
mi equipo para que los muchachos aprendieran de otros técnicos en su primer año
de juvenil.
Mi
meta, era tan simple como titánica, ganarles a todos los equipos de primera
edad y algunos de segunda edad y meternos en los play off,
Tarea
muy difícil pero trabajamos para eso. Jugábamos en Charallave el manager y el
coach de picheo se fueron en bus con algunos de los muchachos, yo me lleve en
mi ranchera a mi familia y cinco peloteros, otros asistieron en los vehículos
de sus padres.
Hora de
juego. Yo solo como coach tenía solo 9 peloteros y se alternaban como coach de
primera base pues era permitido de junior en adelante. Abrí el juego con el
mejor lanzador de la liga, mi hijo mayor Felipe (modestia aparte). Jugábamos
contra el mejor equipo juvenil, invicto en el campeonato y campeón cada dos
años en todas las categorías, Cocodrilos.
En ese
equipo jugaban los mejores peloteros y también el mejor personal técnico. Como
es de suponer, muchos dicen que ningún equipo gana con nueve peloteros pues con
solo provocar una expulsión de lado y lado se pierde por forfeit. Mi hijo
Felipe vino intraficable y nosotros anotamos unas tres veces. Empezó la
provocación. Yo antes hable con mis muchachos y les informe de la situación y
que posiblemente buscarían pleito para provocar una expulsión de un pelotero o
una expulsión del único técnico (yo).
Tenía
corredor en primera y cada lanzamiento a esa base era un guantazo innecesario del
jugador de primera. Guantazos no solo en las piernas si no también en la
espalda y por ultimo un guantazo en el estómago para provocar a mi pelotero. El
peloterito me miraba casi que pidiendo que lo dejara responder a las
agresiones. Rápidamente pedí tiempo enérgicamente y fui al dogout del rival,
llame al manager. Nos conocíamos de hace años. Le dije enérgicamente bien
alejados de sus muchachos. “tu equipo debe ser campeón una vez más, vamos a
jugar beisbol sin trampas, si me expulsan un pelotero, tu pierdes más que yo,
pues yo vaciare el dogout con bates en mano y yo vendré por ti a caernos a
trompadas. Los dos equipos serian suspendidos pues tu empezaste y adiós
nacional juvenil donde estarán todos los scouts” el manager respondió:
“Tranquilo Garcés vamos a jugar, cálmate”
Bien
así lo hicimos yo hable con mis peloteros y el con los suyos. En el 6to. Inning
llego el manager con un brazo enyesado, junto con el coach y el resto de los
peloteros. No pudieron participar en el encuentro pues había juego legal.
Jugamos 9 innings y ganamos 7 por 3.
El
propio Guillermo Valentine días después me pidió a mi hijo Felipe de refuerzo
para el nacional. Le dije que sí pero nos desaparecimos del mapa para no
asistir.
Pongo
este ejemplo para tomarlo como patrón de comparación. El manager debe dirimir
todas las situaciones de conflictos sin llegar a las manos. El manager no debe
permitir que sus jugadores utilicen la violencia pero los peloteros deben saber
que estas cosas ocurren y que debemos evitarlas.
Esto
contribuye a la formación integral de los muchachos. El manager debe defender a
sus peloteros en todas sus actuaciones, de no hacerlo perdería el respeto y la
confianza de sus jugadores.
OTRAS SITUACIONES
Pues bien, existen otras situaciones de
humillación de los managers con sus propios peloteros, si, lean bien, con sus
propios peloteros veremos varios casos.
- Robo de bases con escore abultados. Es una
falta de respeto robar bases con una gran diferencia de carreras. Los
managers cuando ganan por palizas no deben dejar a sus peloteros salir al
robo de bases pues es humillante. Si esto lo hacen a nuestro equipo
el manager debe hablar con el manager rival que pare la humillación pero
nunca irse a las manos.
- Lanzadores descontrolados .Los
managers no deben dejar que a sus pitchers le fabriquen muchas carreras
pues es humillante dejarlos en el montículo si ese día no puede hacer el
trabajo. Dígale un mal día lo tiene cualquiera pero no lo desmotive.
- Sustitución de un pelotero por otro. Si un
pelotero comete un error no pida tiempo para cambiarlo por otro
inmediatamente. Es humillante para el jugador y para su madre y padre.
Cuando termine la entrada de un consejo motivante pero jamás lo humille.
- Sustitución de un bateador. Nunca
cambie un bateador que está consumiendo su turno para poner a otro en
sustitución. Es
humillante.
- Sustitución de un pitcher. Nunca
cambie al pitcher y traiga a otro para dar cuatro bolas intencionales.
- Reclamo a un pelotero. Cuando
quiera reclamar a un pelotero, hágalo bien aparte de los demás y sin
humillarlo.
- Sustitución de un corredor. Si un
corredor no toma la seña no lo cambie de inmediato. Espere termine la
entrada y converse con él.
- Discusiones con el árbitro. No
discuta airadamente con el árbitro y menos sin son jugadas de apreciación.
Mantenga la compostura y de el ejemplo a sus peloteros.
Con estos puntos tratados los managers,
peloteros y adultos pueden formarse una idea de cómo debe ser la ética de los
managers en el terreno de juego y la formación y ejemplo para los muchachos.
Hasta mi próximo turno al bate
Felipe Garces.
Para preguntas o sugerencias escribe a:
felipegarces50@hotmail.com